Segunda derrota del español en la United Cup (3-6, 6-1, 7-5)

Nadal también cae ante De Miñaur y sigue sin ganar en 2023

Rafa Nadal perdió ante el australiano Álex de Miñaur (3-6, 6-1, 7-5) en la United Cup. y suma una nueva derrota en 2023

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Nadal de miñaur
Rafa Nadal, tras un punto. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafael Nadal sigue sin salir del bache de resultados que le acompaña desde el tramo final de 2022. El tenista balear no pudo superar a Álex de Miñaur (3-6, 6-1, 7-5) en su segundo y último partido en la novedosa United Cup, en la que España está eliminada matemáticamente desde el pasado domingo. Nadal jugó un partido por momentos muy positivo, pero chocó contra el muro de Australia, un De Miñaur que se mostró más efectivo en los momentos clave de un thriller con parciales de película y que se fue hasta las dos horas y 45 minutos de duración.

Fueron tres sets para sacar todo tipo de conclusiones, pero más allá de los altibajos, con una irregularidad que se puede achacar a la inactividad y a cierta pérdida de confianza, Nadal puede hacer un análisis positivo de su paso por la United Cup, resultados –derrotas– aparte. Se ha enfrentado a dos rivales de peso, seguramente más rodados, y ha contado con grandes opciones de ganar en ambos, sobre todo ante un De Miñaur que disputó un auténtico partidazo y aún así tuvo ratos en los que no pudo sostener a un Rafa con inspiración en su pegada. En lo negativo, claro está, la doble derrota y la frustración con la que se marchó Nadal de pista, tras perder en blanco los dos últimos juegos, decisivos, del choque.

Después de la derrota ante Cameron Norrie, que indirectamente comenzó a decantar la eliminación de España en la United Cup, Rafa Nadal volvía a la pista en el arena de Sydney para enfrentarse a uno de los ídolos locales, un Alex de Miñaur que ejercía de número uno aussie tras la ausencia voluntaria de Nick Kyrgios. El australiano, de origen uruguayo, era un tenista muy peligroso, como había avisado Nadal en la previa, y su capacidad de contraataque, sumada a una condición de local clave en estos torneos, podía resultar relevante ante un Rafael aún no todo lo rodado que desearía en cuanto a ritmo competitivo.

En el encuentro no había nada competitivo en términos de la propia United Cup, pues ambas naciones están eliminadas, pero sí en los puntos ATP que reparte el torneo, claves para que Nadal pudiera hacer por mantener el número dos del ranking de cara al Open de Australia. Además, y esto si cabe era más importante para Nadal, otro encuentro ante uno de los mejores tenistas del mundo, un jugador que además da ritmo y con el que Rafa podría encontrar sensaciones de cara al futuro más cercano.

Nadal castiga y después recibe

Lo que seguramente no esperaría Nadal, como la inmensa mayoría de los espectadores, era un encuentro tan sumamente loco como el vivido en Sydney. El primer set dio salida al recorrido de una montaña rusa en el que ambos tenistas se movieron entre un buen y un gran nivel, el que provocó los loopings en un encuentro muy atractivo para el aficionado. Golpeó primero De Miñaur, con un break tempranero que sería neutralizado de forma inmediata por Nadal, y no de cualquier forma.

El español, con un revés afilado durante toda la manga, pasó del 1-3 al 6-3, con una versión que hacía mucho tiempo que no se le veía en pista. Un auténtico vendaval procedente de Manacor que ilusionaba a la parroquia española, en absoluta minoría en territorio australiano.

El segundo set comenzaba también de manera favorable para Rafa, que rompía de inicio el servicio de De Miñaur. Sin embargo, a partir de ahí salió la mejor cara del jugador local, quien iba a desatarse de las cuerdas que le amarraban hasta devolverle el parcial a un desdibujado Nadal. De nuevo otro giro dramático de los acontecimientos, con un parcial de 6-0 para Álex, basado en los reveses y unas piernas de maratoniano. En este tramo, aunque parezca increíble, Rafael tuvo muchas opciones de sumar, pero siempre encontraba enfrente al muro amarillo, que desató la euforia de la afición.

De Miñaur se lleva el partido

Llegados al tercer set habíamos tenido mucha desigualdad en parciales, así que tocaba alimentar el plano que quedaba huérfano, el de la paridad. Rafa tuvo que sufrir, pues De Miñaur comenzó adelantándose, pero con la misma medicina que en el primero, aunque esta vez con el drive como elemento diferencial, el balear devolvía el break hasta colocar la contienda en un 4-4 que dejaba la decisión a un detalle de ser marcada. Ambos tenistas habían merecido el triunfo, pero fue el australiano, más fresco física y mentalmente, el que se lo llevó con un break decisivo en el que Nadal se mostró frustrado, sin ganar un solo punto de los últimos diez, por una nueva derrota que completa un bache del que saldrá muy pronto.

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